Su máquina bruñidora de 12 años se encontraba saturada de trabajo y las previsiones de producción seguían en aumento. Parecía inminente la necesidad de una segunda máquina. Sin embargo, SUNTEC, tras un análisis de las necesidades y puntos a mejorar en la máquina, realizó una conversión a herramientas y control SUNNEN.
Como resultado, la capacidad de arranque se ha visto multiplicada entre 3 y 4 veces, los tiempos de bruñido se han vuelto previsibles y el funcionamiento es ahora más sensible y preciso. Además, el consumo de abrasivo se ha reducido.